Sueños ~Vampire Knight~

Holaa!! Bueno, pues me he animado a escribir un fic basado en el anime Vampire Knight (El caballero vampiro) y queria ponerlo aqui^^
Si quereis enteraros es mejor que lo veais antes, aqui lo podeis ver enterito -> http://www.seriesyonkis.com/serie/vampire-knight/
Si no lo quereis ver antes lo dejo a vuestra eleccion, pero es mejor verlo, lo aviso, ya que esto será una especie de continuacion del final.

SI NO HABEIS VISTO EL ANIME ENTERO NO LEAIS EL SPOLIER. SI LO LEES ES BAJO TU RESPONSABILIDAD.

Spoiler:

Os dejo el prefacio. Es cortito, pero espero que os guste ^-^

Prefacio.

Contemplé sus ojos del color del rubí, y en ese momento me dí cuenta.

“Las personas no deben acercarse a los vampiros. Si se acercan… serán hechizados por sus ojos.”

Estaba hechizada por sus ojos… Desde el primer momento no podía dejar de observarle, y me faltaba la respiración cada vez que pasaba por mi lado. Cada palabra suya, cada movimiento, cada mirada… era un mundo para mí.

Sabía que era algo imposible, y lo tenía asumido, ya que yo era una simple humana, y él… Un vampiro Pura Sangre. Pero para mi era más que eso: era la razón por la que me levantaba cada día, la razón por la que sonreía incluso en las ocasiones mas difíciles…

Él era Kuran Kaname, mi sueño.

segui!!
kiero cap!

Ya lo estás siguiendo!

Despues de muuucho tiempo dejo el capitulo 1 xDD Que lo tenia escrito pero no tenia ganas de subirlo :_ xD Ahora me pongo con el 2^^ Y ya sabeis, cualquier duda que tengais me podeis preguntar =)



Capítulo 1 – Despertar

Me desperté en una habitación que no conocía, y estaba tumbada en un sofá mullido, un tanto desgastado, tapada con una manta. Miré a mi alrededor, ya que no conocía el lugar en el que me encontraba. Había estanterías rebosantes de libros y otros objetos, como cuberterías y botes con algún tipo de contenido líquido.

De pronto me invadió un dolor en la cabeza y el cuello. Palpé la zona del dolor en mi cabeza y noté una especie de vendaje, y en el cuello tenía una tirita. ¿Qué me había pasado? Y lo más importante, ¿donde estaba?
De pronto entró alguien en la habitación.

Era una tipo alto, con el pelo largo en una coleta, de un rubio cenizo. Sus rasgos eran bonitos, y tenía unas gafas ovaladas. Llevaba una vestimenta verde, como una especie de bata para estar en casa, y un chal. Traía una bandeja en las manos.

- ¡¡Ooooooh, veo que te has despertado!! *______* –parecía simpático, pero también un poco tonto. Depositó la bandeja en una mesa que estaba al lado del sofá.
- ¿Dónde estoy?, ¿que estoy haciendo aquí…? –fue lo único que le pude decir.

Colocó una silla cerca del sofá donde yo estaba, y se sentó. Después cogió un plato de galletas que estaba en la bandeja.

- Estas en la Academia Cross, y yo soy el Director, Cross Kaien. Mi hijo te encontró en una casa en ruinas.
- ¿En una casa en ruinas? Pero…
- Antes de nada, come un poco, te vendrá bien. -me interrumpió poniéndome una galleta en la boca.

Empezó a reírse ante la cara que había puesto, y cuando me comí la galleta yo también me reí, aunque el dolor en la cabeza era insistente. El Director me ofreció el plato de las galletas, y lo cogí sin dudarlo dos veces. Tenía un hambre voraz.

- ¿Qué te parece si mientras te terminas eso, te preparo un baño? Llevas dos días durmiendo, y así podrás relajarte un poco. –dijo con una sonrisa.
- Va-vale… -tartamudeé.

¿Dos días? ¿En serio he estado dos días durmiendo en ese lugar? ¿Qué me ha pasado? No recordaba nada… Luego le preguntaría al Director… Ahora tenía hambre y quería darme un baño.
Me terminé todas las galletas y el vaso de leche, y lo deposité todo con sumo cuidado sobre la mesa que había delante de mí. De pronto, entró en la habitación otra persona.

Esta vez era un chico alto y delgado, aparentemente unos años mayor que yo, con el pelo de un color grisáceo perla y unos preciosos y penetrantes ojos, con un brillo violáceo. Era bastante mono, pero no tenía cara de felicidad. Al verme, noté que se sorprendió, algo que me extrañó. ¿Tan mal estaba?

- Tú… -dijo con un tono de confusión en su voz.- No, es imposible… -puso cara de resignación y se acercó a mí- ¿Tú eres la chica que encontré en aquella mansión?
- No-no lo sé… No recuerdo nada… -dije agachando la cabeza.
- Ahora no importa. El Director me ha dicho que te acompañe al cuarto de baño.

Me tendió la mano para ayudarme a levantarme, y yo la acepté. Notaba mi cuerpo agarrotado y dudé en esperezarme un momento, pero pensé que sería de mala educación. Me tambaleé un poco al levantarme, pero el chico me sujetó. Salimos de la habitación y me guió por un extenso pasillo con varias habitaciones.

- Por cierto, me llamo Zero, Kiryuu Zero.
- Ah. Yo… -me quedé en blanco. ¿Cómo me llamo yo?

No recordaba nada sucedido a lo anterior desde que me había despertado aquí, en la Academia Cross, y tampoco recordaba como me llamaba… Estuve pensando durante unos instantes en posibles recuerdos pasados, algún dato, alguna imagen… Pero nada. No conseguía recordar nada. Era como si hubiera nacido en ese sofá mullidito, como si hubiera nacido hace unos instantes. Y era preocupante.

- No… no lo recuerdo… -le dije a Zero, con un tono preocupante en mi voz.
- ¿Tu nombre?
- Sí… No recuerdo nada a antes de haberme despertado aquí…

Seguimos caminando a través del pasillo, hasta que nos detuvimos en una puerta. Deduje que sería el baño.

- Este es el baño que usamos el Director y yo, puedes usarlo cuando quieras. Recuerda poner una toalla en el pomo para que sepamos que estas dentro.

Asentí a sus palabras y le sonreí. Noté como me lanzó una pequeña y breve sonrisilla.
Entré en el baño y busqué una toalla para ponerla en el pomo. Encontré una pequeñita y blanca encima del retrete y la puse en el pomo para que supieran que estoy aquí, aunque ya lo sabían.

Por primera vez me percaté de la ropa que llevaba puesta. Era un vestido largo de tonalidades oscuras, con pequeños motivos rojizos. Me llegaba hasta los tobillos, y era de manga larga. Parecía un vestido para una ocasión especial, y me encantaba, solo que estaba sucio y roto en algunos sitios… Por lo demás era perfecto.
También me fijé en mi pelo. Me llegaba hasta el pecho, y era liso, pero tenía algunos mechones rebeldes. Tenía un tono castaño oscuro, aunque con reflejos claros. Contemplé la venda que tenía… Y barajé la posibilidad de que no recordara nada, a causa de un golpe que me haya dado en la cabeza. Pero la tirita de mi cuello… no me encajaba. Me la quité con cuidado y contemplé lo que ocultaba: eran dos agujeritos clavados en mi piel. Pasé mis finos dedos por encima... Un escalofrío me recorrió entera, y decidí volver a ponerme la tirita aunque me fuera a bañar.

Me quité el vestido con sumo cuidado, aunque estuviera roto y sucio, ya que era muy valioso para mí, aunque no sabía porque. Cuando terminé de colocarlo, me metí en la bañera. Estaba llena hasta arriba con agua calentita, y me sentía muy a gusto. Me recosté en la bañera, y cerré los ojos.

Estaba en paz y tranquilidad, y me sentía genial. Notaba aún mi cuerpo agarrotado, y me desperecé por fin. Me tomé mi tiempo para enjabonarme, y no me lavé todo el pelo, sino la mitad, ya que no quería quitarme la venda aún. Salí después de tres cuartos de hora, y me extrañó que nadie hubiera venido a preguntarme porque tardaba tanto. Cuando salí de la bañera, estuve mirando que podría ponerme, y al lado del lavabo había una especie de uniforme junto con ropa interior femenina. Me pregunté de donde habrían sacado la ropa interior.

Me lo puse y comprobé como me quedaba. El uniforme constaba de una camiseta totalmente blanca, junto con una chaqueta y falda –cortísima- de color negro, con bordados grisáceos, y un lazo en el cuello de la chaqueta, de color carmesí. Además había unas medias que me llegaban un poco por encima de las rodillas, y en el suelo había un par de botines de un tono marrón oscuro.

Salí del baño con mi ropa sucia escondida entre mis brazos, pero me dí cuenta de que no sabía hacía donde dirigirme. Estuve caminando por el extenso pasillo, ya que tal vez me encontraría a alguien, al Director o a Zero. De pronto me topé con el Director.

- ¡¡Pequeña!! *________* -me asusté un poco ante su reacción. Era una persona muy alegra y alborotadora. - ¿Ya has conocido a mi hijo? –dijo pasándome un brazo por los hombros y conduciéndome hacía algún lugar.
- ¿A Zero? – dije confusa. Su apellido era Kiryuu, y el del Director era Cross. No me encajaba.
- ¡Sí! ¡A Zero! Puede parecer un poco serio y distante, pero es muy buena persona, seguro que llegáis a ser muy amigos. –dijo con una sonrisa de oreja a oreja.
- Con eso… ¿quiere decir que me quedaré aquí?

joooo mola! *_* ya quiero mas XDDD yo estoy escribiendo uno de Harry Potter, pero es que me esta gustando tanto (normalmente odio todo lo que escribo xD) que me da palo subirlo a cualquier lado XDD

lo dicho, esta guaaaaaaaaaaayyyyY!! sigue! e____e